Desde que los niños y niñas comienzan a andar, su pie ha de vestirse de forma que se proteja de incomodidades y se permita andar con facilidad y libertad de movimiento.
Durante la niñez los pies están en un continuo crecimiento y formación, por ello es muy importante que cada zapato este adaptado a la etapa, edad o tamaño del pie del niño o niña.
El calzado debe favorecer el desarrollo físico del niño/a, previniendo enfermedades asociadas a una mala postura y a una pisada incorrecta.
¿Qué características deben tener sus primeros zapatos para andar?
- Durante los primeros meses de vida, lo ideal es que el niño vaya con calcetines.
- En el caso de utilizar zapatos, estos deben ser sin suela, ya que durante el primer año el pie crece normalmente hasta cuatro números, pasando de un nº 16 a un nº 20.
- La horma debe ser más bien recta. Una horma demasiado inclinada, como la que usamos los adultos, puede deformar los dedos del niño/a.
- La puntera ha de ser redonda y cerrada. Los dedos deben tener espacio suficiente para moverse.
- Si se abrocha sobre el empeine o la lengüeta, mejor. Así, el pie estará sujeto pero tendrá movilidad.
- Es mejor que el interior / forro del zapato no tenga costuras para que no le hagan heridas y rozaduras.
- El contrafuerte en la parte de atrás debe tener sujeción, sin ser demasiado rígido. Llegará justo por encima del talón, no más arriba, para que el tobillo se pueda flexionar.
- Se recomienda que la suela del calzado del niño tenga un dibujo multidireccional para que no se deslice fácilmente. El material ha de ser ligero y flexible y su grosor debe oscilar entre 3 y 5 mm.
- La piel es el mejor material porque es flexible y permite la transpiración.
- En el momento de empezar a andar, se recomienda el uso de zapatos bien reforzados en la parte posterior y laterales, para un buen aguante del tobillo. Esta parte del calzado se llama contrafuerte y no debe superar la altura del tobillo para evitar que la musculatura y los ligamentos de esta zona se atrofien. La suela, en cambio, debe ser poco gruesa, antideslizante y muy flexible para mejorar la movilidad del pie.
- A partir de los 10 meses, debemos empezar a preparar el pie del niño para gatear y para ir poniéndose de pie, por lo que lo mejor es comprar zapatos con puntera y dorso consistentes para proteger sus dedos y evitar roceduras y golpes que puedan darse. No es nada recomendable el uso de hebillas en esta etapa porque podrían causar erosiones en el dorso del pie.
¿Cómo acertar con la talla de un zapato infantil?
- Debemos probarle el zapato al niño con los calcetines puestos y vigilar que haya un espacio de 0,5 a 1,5 cm entre su dedo más largo y el calzado. Después, presionamos en la punta por la parte superior para ver si los dedos la rozan (si es así, significa que el calzado es demasiado pequeño).
- El mejor momento para probarle el calzado es al final del día, cuando los pies del niño están más hinchados. A la hora de probárselo, le pondremos de pie, de manera que cargue su peso sobre los dos pies.
- No hay que comprar nunca un zapato de un número mayor con la idea que de que le valdrá durante más tiempo.
Si se le sale o se desliza el talón, hay que probarle otra talla.e probarle otra talla.